Matrimonios, de todo tipo
Hace más de 7 años, cuando se aprobó el matrimonio homosexual, escribí por aquí (en mi antiguo blog) que, aunque estaba totalmente de acuerdo con la medida, no me gustaba que lo llamaran matrimonio, simplemente por motivos lingüísticos.
Ahora, con tanto tiempo pasado, teniendo en cuenta que la sociedad lo ha asumido como normal, me he dado cuenta de que mi postura era absurda, al tratar de ajustar el lenguaje en un momento puntual a cosas que no existían entonces. La sociedad, en todos sus aspectos, avanza y el lenguaje lo hace con ella, siempre detrás
Afortunadamente, el constitucional lo ha entendido mejor que yo y no se ha liado con las cosas. Aunque quizá hayan tardado demasiado en entender algo que está bastante clarito en el artículo 32.1 : “El hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena igualdad jurídica”
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