Un fin de semana de camping
La tierra tembló, el mundo se vino abajo y no quedó nada. Más de 300 muertos, heridos, replicas que no les abandonan, casas a las que no se puede volver, saqueos, recuerdos perdidos para siempre... la peor situación que habrán vivido casi todos los vecinos del centro de Italia, seguro. Y, entre todo este dolor, llega su primer ministro, el líder electo de ese país, y no se le ocurre nada mejor que decir que la situación que viven habitando en tiendas de campaña en campamentos improvisados es como un fin de semana de acampada
Es triste, pero estos momentos son los únicos en los que los políticos españoles me parecen mejores que otros. No es que me parezcan menos malos ni mejores de lo que son, pero me crea "un podrían ser peores" que consuela, aunque poco
Y para redondear el fin de semana bucólico, los bancos pidiéndoles que no se olviden de pagar la letra de la hipoteca por los ladrillos que hay sobre el suelo, que estamos a primeros de mes y no es plan de hundir la economía, con la crisis que hay