Los medios de este país, ahora que la gripe A parece que ha pasado, tienen que buscarse otras cosas por las que crear histeria y andan rasgándose las vestiduras porque en Granada, en una discoteca, se ha llevado a cabo una
subasta de menores solteras.
Básicamente, los chicos recibían dinero del Monopoli al llegar (más cuanto antes llegaran) y después pujaban por aquellas chicas que se ofrecían a ser subastadas. El resultado, consumición gratis y reservado durante un rato para los dos.
Es una forma como otra cualquiera de explotar el mercado de las hormonas. Camisetas mojadas, fiesta de la espuma, go-gos... anda que no se han inventado cosas para canalizar hacia la caja registradora la revolución interior de los adolescentes. Pero ahora, de pronto, con la Ministra de Igualdad a la cabeza, esto es un acto de machismo
"lamentable, intolerable e impropia de un mundo civilizado". Pues yo no lo veo.
Deberían preocuparse más de que esos locales vendan alcohol a menores (que seguro que pasa) o que éstos directamente lo consuman en la calle. O de que consuman alcohol o drogas varias muchas veces facilitadas directamente en éste tipo de sitios o sus alrededores. O, directamente, de que
los jóvenes no tengan nada mejor que hacer desde las 6 de la tarde que meterse en un bar, emulando la "diversión" adulta que será la misma a la que, mediante un negocio muy bien montado, experimenten durante muchos años.
Este borreguismo es mucho más preocupante que la tontería de la subasta.